Una joven violonchelista con un talento inigualable (Allison Williams) vuelve a la música después de unos años de ausencia en los que cuido de su madre moribunda, para entrar de nuevo al mundillo busca la ayuda de los profesores de la academia en la que asistió y allí conoce a Elizabeth (Logan Browning), la nueva pupila de sus mentores de la que todo el mundo esta enamorado.
It's time to face the music
Lo que parecía ser una interesante trama de suspense pronto da un giro radical para convertirse en algo muy digno de serie B, el resultado termina siendo demasiado falso y forzado pero se agradece el atrevimiento que nos brinda Netflix con en estas nuevas propuestas para un público adulto.