Lluís Gros, condenado a 23 años de prisión por abusos sexuales, pide al youtuber y cineasta Carles Tamayo un documental de su vida para limpiar su imagen tras su condena. Carles accede pensando que Gros pedirá perdón, pero al ver que no es su intención y que sigue en libertad, trata de averiguar por qué sigue impune.